17/09/2012. Por D. Francisco José Bocero de la Rosa. Dircom de la Universidad Loyola Andalucía. Visita su perfil en Linkedin
Aprendiendo constantemente
Sí, hace mucho tiempo que se acabó la vieja comunicación. Hoy, más que nunca, el determinismo tecnológico de MacLuhan encaja como un guante en el universo colosal de Internet. La vieja idea del intelectual canadiense, “el medio es el mensaje”, es más poderosa que nunca. Los soportes digitales evolucionan a velocidad de vértigo. Las predicciones se quedan cortas apenas enunciadas. Estamos aprendiendo constantemente.
Organizar en este entorno una buena estrategia de comunicación es un trabajo tan complejo como apasionante. Hay que saber combinar los fundamentos clásicos con los medios más avanzados. En los últimos 25 años, la literatura marketiniana ha puesto al cliente en el centro del escenario. La práctica no lo ha tenido tan sencillo como ahora. Las redes representan un nuevo campo de juego. Si la Marca es una causa, abren un inmenso territorio lleno de oportunidades. Si es una idea spam, acabarán siendo una condena.
La credibilidad es la piedra angular de esa buena estrategia. Es una tarea ardua de largo plazo. De gestión diaria. Es la clave de bóveda de los fundamentos clásicos de la comunicación. Si no hay credibilidad, todas las herramientas y todos los soportes no tienen sentido por sí mismos.
Y si no hay medios, tampoco es posible construir una buena estrategia. Hoy se interactúa con el cliente. Las herramientas y los soportes digitales sirven para conversar. La tecnología ha hecho posible que los clientes –nosotros también lo somos- ocupen el lugar que realmente debe corresponderles.
Todo esto no es sino una sencilla reflexión a través de conceptos que hay que tener siempre presentes. Lo importante es ser conscientes de la realidad que nos rodea. Global y también local. Del ritmo de su desarrollo. Y de lo que podemos aportar a la comunidad. Con los fundamentos de siempre. Con una tecnología llena de posibilidades. Esto es el cambio de época en todos los ámbitos. Está naciendo un nuevo sistema. Es un proceso largo e incierto. Por eso, duele tanto. Por eso, es tan apasionante.
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